FIN DEL TREKKING 18-10-2011

Desde la última crónica, seguimos con el animo alto. Vemos el fin del trekking y aunque pueda darnos pena despedirnos sabemos que nos vamos a encontrar con nuestra gente querida. El camino, estos últimos días, transcurre entre profundos valles, con sus profundos bosques, puentes colgantes que sortean un río cuya fuerza impresiona. Los pueblos que cruzamos en nuestro andar cambian en fisonomía con los de días anteriores, son mas grades, con sus tiendicas al borde del camino, sus huertas, la gente es más risueña, se nota que la vida posiblemente no sea tan dura como la que vive a más altitud. Los niños te saludan amablemente. Así recordamos los dos últimos días. cuando llegamos al lodge, después de asearnos lo que buenamente podemos, nos vamos a tomar unas cervezas. Después de tanta agua y lemon-te entran de maravilla. Y ahora estamos en Luckla, nuestra última parada. Un pueblo con incesante transitar de personas que van y vienen entremezcladas con la gente del lugar. Hace un momento nos ha ocurrido un hecho que a más de uno nos debería hacer ver las cosas de otra manera. Los jóvenes del pueblo nos han invitado a jugar un partido de fútbol. Purba, nuestro Young Guide nos ha acercado al "campo de fútbol" y por el camino nos ha ido describiendo los sitios por donde pasábamos, orgulloso de su pueblo. Cuando hemos llegado al campo no hemos podido por menos que asombrarnos. Era una explanada de tierra y piedras que se podían contar por miles, llena de agujeros y rocas a los lados. Por supuesto, todo hecho a pala con sus propias manos. Que orgullosos se sentían, y nosotros nos quejanos que el polideportivo tiene poca luz, o que en la pista hace frío, o que la ducha esta fría. Por supuesto nos han ganado. Como resumen, espero que estos días nos hagan ver la vida de distinta forma. Estas personas tienen un merito terrible, vivir en las condiciones que viven, las pocas infraestructuras de las que disponen, su casi único medio de vivir es un portear, tanto materiales para construción, comida para los lodges y los equipajes de los turistas. A modo personal, han sido unos días maravillosos, disfrutando de la naturaleza en todo su esplendor y compartiendo vivencias día a día con todo el grupo del cual me llevo un gran recuerdo. Los diecinueve somos personas distintas y no han habido roces ni malos rollos. Yo por mi parte, espero haber sido un buen compañero y que sepan que aquí tienen un amigo para siempre. Quisiera dar las gracias a todos los que nos siguen en el blog. Sus mensajes nos han dado mucho ánimo en los momentos difíciles, que por supuesto ha habido. Anabel, Inigo, Xabier y toda mi familia y amigos, estoy deseando volver a veros. Inaki Urrutia. KUTXA