Estamos a una escasa hora de llegar a Madrid, llega el punto final de la aventura para 15 de nosotros. Sentimos no haber dado noticias estos últimos días pero aunque pensábamos que iban a ser días de descanso y relajación, han sido casi tan "movidos" que como cuando estábamos en las montañas.
Empezando por las 5 horas de retraso del vuelo de Lukla (sin saber si podríamos volar por el mal tiempo y viento, cuando pudimos hacerlo, para muchos de nosotros fueron los peores 40 min de nuestra vida..., nada que envidiar a la mejor montaña rusa), para continuar con nuestra buena suerte, una de las furgonetas de "última generación" que vino a recogernos dejó tirados a parte del grupo en medio de un caótico barrio de Katmandu, donde pudimos ver con nuestro propios ojos la verdadera pobreza en la que vive el país. (escenas para todos los gustos...)
Una vez que llegamos al hotel, para nuestra sorpresa, el siguiente problema era donde pasaríamos el resto de noches. Nuestras reservas no estaban confirmadas y nos apañamos como pudimos...
Como remate final, nuestro último destino turístico fue el "hospital de Katmandu". Los últimos días de trekking pasaron factura a un de nuestros compañeros que no se conformó con visitarlo sino que tuvo que hacer noche en una "una habitación por decir algo" que no olvidará en la vida.
Para finalizar esta última crónica, no podemos olvidarnos de nuestros compañeros del Ama Dablam. Ahora somos nosotros los que seguiremos impacientes todas sus hazañas. Uniremos nuestras fuerzas a las suyas para que consigan la ansiada cima, pero sobre todo para que bajen, porque viendo esas paredes heladas de vértigo y sabiendo lo que se cuece allí arriba, estamos deseando tenerlos de nuevo a nuestro lado.
Queremos agradecer en nombre de todo el grupo a Ruben y Bea , que esta gran aventura haya sido posible, casi un mes de nuestras vidas que seguro nunca olvidaremos.
Yoli, Jaione e Iñaki Martinez
Empezando por las 5 horas de retraso del vuelo de Lukla (sin saber si podríamos volar por el mal tiempo y viento, cuando pudimos hacerlo, para muchos de nosotros fueron los peores 40 min de nuestra vida..., nada que envidiar a la mejor montaña rusa), para continuar con nuestra buena suerte, una de las furgonetas de "última generación" que vino a recogernos dejó tirados a parte del grupo en medio de un caótico barrio de Katmandu, donde pudimos ver con nuestro propios ojos la verdadera pobreza en la que vive el país. (escenas para todos los gustos...)
Una vez que llegamos al hotel, para nuestra sorpresa, el siguiente problema era donde pasaríamos el resto de noches. Nuestras reservas no estaban confirmadas y nos apañamos como pudimos...
Como remate final, nuestro último destino turístico fue el "hospital de Katmandu". Los últimos días de trekking pasaron factura a un de nuestros compañeros que no se conformó con visitarlo sino que tuvo que hacer noche en una "una habitación por decir algo" que no olvidará en la vida.
Para finalizar esta última crónica, no podemos olvidarnos de nuestros compañeros del Ama Dablam. Ahora somos nosotros los que seguiremos impacientes todas sus hazañas. Uniremos nuestras fuerzas a las suyas para que consigan la ansiada cima, pero sobre todo para que bajen, porque viendo esas paredes heladas de vértigo y sabiendo lo que se cuece allí arriba, estamos deseando tenerlos de nuevo a nuestro lado.
Queremos agradecer en nombre de todo el grupo a Ruben y Bea , que esta gran aventura haya sido posible, casi un mes de nuestras vidas que seguro nunca olvidaremos.
Yoli, Jaione e Iñaki Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario